Inmunidad
- carpiobaldo3
- 12 may 2020
- 2 Min. de lectura

En este último tema hemos estado estudiando el sistema inmunitario del cuerpo humano.
Las personas tenemos diferentes formas de defendernos de los antígenos del exterior.
Inicialmente, tenemos las defensas externas, que son las más superficiales y las más simples. Tenemos físicas como la piel, mecánicas como los cilios de las vías respiratorias, químicas como las enzimas de la saliva y microbiológicas como los microorganismos de la flora intestinal.
A continuación, tenemos las defensas internas. Estas son específicas y son las más eficaces.
Nuestras células del sistema inmunitario más importantes serían los linfocitos, y ellos desencadenan los dos tipos de respuestas del SI.
Los linfocitos T se encargan de la respuesta celular. Hay varios tipos de linfocitos T, y todos ellos son importantes.
Por otro lado está la respuesta humoral. De esta se encargan los linfocitos B. Ellos son los que sintetizan anticuerpos. Estos son clave, ya que establecen con los antígenos uniones y se encargan de destruirlos. Hay varios tipos de anticuerpos y de reacciones Ag-Ac.
Además, la inmunidad también se puede clasificar, según su origen. La inmunidad natural es aquella que proviene de nuestro propio cuerpo, o la que nuestra madre nos transmite cuando todavía somos fetos. La inmunidad artificial es aquella en la cual participan los médicos. Nos la transmiten mediante vacunas o sueros.
Por último, dentro de los procesos inmunitarios puede haber alteraciones. Es por ello que existe la autoinmunidad, la hipersensibilidad y la inmunodeficiencia.
Gracias al sistema inmunitario, nuestro cuerpo es capaz de defenderse de enfermedades y de reaccionar ante cambios importantes en nuestro organismo, como puede ser el trasplante de un órgano, o la aparición de un cáncer.
A continuación, estos son mis esquemas sobre el sistema inmunitario y sus procesos:


(Imágenes no propias: https://www.laperolaurbana.com.ve/inmunidad-al-coronavirus/ )
María Carpio Baldó, 12/5/20.
Comentarios